Os adjuntamos la entrevista realizada a Jordi Palou-Loverdos, miembro del BPI-ICB CAPI publicada en el Diari Ara.

"La ONU ha buscado juzgar y condenar a los perdedores"

Abogado defensor de las familias de ocho víctimas españolas de la violencia en Ruanda.

El abogado barcelonés Jordi Palou-Loverdos intenta desde hace años que las familias de las víctimas muertas en la violencia salvaje de Ruanda encuentren y reciban justicia, pero al ser crímenes cometidos en 1997 y 2000 no han tenido cabida en la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional de Ruanda, y el cambio legislativo en España de momento hace difícil que se pueda perseguir a los responsables amparándose en el principio de justicia internacional.

 

¿Qué balance hace del TPIR?

La inversión económica, en recursos materiales y humanos es descomunal respecto al balance de procesados ​​y condenados. Además, todos, todos, son personas del régimen hutu del presidente Habyarimana. No hay ni uno del Frente Patriótico Ruandés, ni del partido tutsi ahora al gobierno ni de ninguna otra etnia. Todos son hutus, del anterior régimen, los vencidos de la guerra.

Y al que responde esta parcialidad?

En una estrategia político-jurídica del Consejo de Seguridad de la ONU. A diferencia del Tribunal para la Antigua Iuguslàvia, el estatuto del de Ruanda fija que se juzgarán sólo los crímenes cometidos durante un período, en 1994. Esto es grave y condiciona el fracaso en justicia, reconciliación y verdad. El inicio de las matanzas sistemáticas se fija tan sólo un año después pero ni comienzan en abril de 1994 ni terminan con la toma del poder por la fuerza del tutsi Ejército Patriótico Ruandés.

La historia la escribe el ganador?

La ONU ha buscado juzgar y condenar los perdedores [hutus] y, por estabilidad política, ha mirado hacia otro lado en los crímenes de los ganadores, que habían iniciado la guerra civil de 1990. Antes, durante el genocidio y después continuaron matando, incluso cuando conquistaron el poder.

Se han documentado crímenes tutsis?

Robert Gersony documentó más de 300.000 muertos provocados por el Ejército Patriótico tutsi entre abril y agosto de 1994, en un documento confidencial que la ONU no ha reconocido.

Uno de los acusados ​​por la muerte de víctimas españolas es tutsi.

Sí, en 2008 la Audiencia Nacional ordenó detener Karenzi Karake, jefe del espionaje ruandés, pero no fue hasta el verano pasado que fue arrestado en Londres. En pleno agosto, la justicia británica, sin embargo, dejó en libertad con una fianza de 1,4 millones. Le defendía Cherie Blair, la esposa de Tony Blair.

Se ha hecho poca justicia?

Las sentencias aportan el conocimiento de una verdad parcial de lo que ocurrió en 1994. Por lo tanto, es una justicia parcial. Hutus y twes no se han reconocido como víctimas y una parte de los tutsis no se sienten reparados. Muchos de los testigos protegidos son tutsis, del núcleo cercano al actual presidente Kagame, que vieron atónitos como él y sus estaban obsesionados por el poder y no se preocuparse por las víctimas.